Acondicionamiento físico. Es el
desarrollo de las cualidades físicas mediante el ejercicio, para obtener un
estado general saludable. Las cualidades o capacidades físicas del ser humano
son la resistencia, la fuerza, la flexibilidad y la velocidad.
El
acondicionamiento físico es el proceso o entrenamiento mediante el cual se
desarrollan en el individuo las capacidades y habilidades físicas necesarias
para la salud y la actividad deportiva.
Buscando
en el diccionario encuentras que acondicionamiento es la acciona de
acondicionar, que a su vez se define como entrenamiento, o "preparar de
manera adecuada", entre otros significados. Me parece que entrenar y
preparar de manera adecuada son conceptos apropiados para describir lo que es
el acondicionamiento.
Específicamente, se busca desarrollar fuerza
(capacidad para moverse en contra de una resistencia como un peso o la
gravedad), flexibilidad (esta claro, la capacidad de realizar todo tipo de
movimientos buscando la mayor amplitud, lo que se logra mediante la elongación
de músculos y ligamentos, junto la movilidad de las articulaciones),
resistencia (realizar actividad física por tiempos prolongados) y velocidad
(rapidez en los movimientos) en el deportista.
Qué es la
resistencia y su clasificación?
La resistencia es la
capacidad física básica que permite
al deportista soportar una carga física durante el mayor tiempo posible retardando
la aparición de la fatiga. Dependiendo del tiempo e intensidad de la actividad,
encontramos tres tipos de resistencia: Aeróbica, Anaeróbica y Aláctica.
Las capacidades físicas son las condiciones para el
aprendizaje y perfeccionamiento de acciones motrices físico-deportivas.
El desarrollo de las capacidades físicas es de la siguiente
forma:
- Flexibilidad
- Resistencia aeróbica
- Fuerza -Velocidad
- Potencia muscular
La condición física es la suma de las 5 capacidades motrices
con sus subdivisiones.
Fuerza: facultad para vencer una resistencia
independientemente del tiempo empleado. Se divide en:
a) Fuerza máxima
b) Resistencia de la fuerza
c) Fuerza explosiva
Velocidad: es la facultad para reaccionar a los estímulos,
contraer los músculos y trasladarse sobre sus pies, en tierra, pasto, agua o
sobre un implemento. Se divide en:
- Velocidad de reacción.
- Velocidad de contracción.
- Resistencia de la velocidad
Resistencia: es la facultad para sostener un esfuerzo
eficientemente, en un mayor tiempo posible y se distinguen en 2 tipos de
resistencia:
Velocidad de reacción: depende de la capacidad de los
sistemas circulatorio y respiratorio.
Resistencia de la velocidad: depende del sistema muscular
Flexibilidad: es la facultad de desplazar los segmentos óseos
que forman parte de las articulaciones las condiciones que debe de tener una
articulación para su funcionamiento normal es: -movilidad -estabilidad
-ausencia de dolor en el movimiento.
Coordinación: es la facultad de utilizar
conjuntamente las propiedades del sistema nervioso y muscular sin que unas
interfieran con las otras.
Resistencia anaeróbica
Es el tipo de resistencia que aparece durante un esfuerzo
físico de una gran intensidad, en el que el suministro de oxígeno al tejido muscular
no es suficiente para realizar las reacciones químicas de oxidación que se
necesitarían para cubrir la demanda energética de dicho esfuerzo. Se consideran
anaeróbicos aquellos ejercicios de tal intensidad que no puedan efectuarse
durante más de tres minutos.
Existen dos tipos de resistencia anaeróbica:
Resistencia anaeróbica aláctica. Los esfuerzos son intensos y de muy corta duración
(0-16s). La presencia de oxígeno es prácticamente nula. La
utilización de sustratos energéticos (ATP, PC) no produce sustancias de
desecho.
Resistencia anaeróbica láctica. Esfuerzos poco intensos y de media duración
(15s - 2 min).
La utilización de sustratos energéticos produce
sustancias de desecho (ácido láctico) que se va acumulando y causa de forma
rápida conocida como fatiga.
La vía aeróbica proporcionará una cantidad ilimitada de ATP
mediante la combustión aeróbica (con el oxígeno suficiente) de los hidratos de
abono y las grasas.
En los ejercicios de baja o moderada intensidad, la sangre
podrá abastecer de abundante oxígeno a las células musculares que trabajan. En
estas condiciones, el ácido pirúvico no se trasforma en ácido láctico, Si no
que pasa al interior de las mitocondrias donde, tras sufrir una serie de
reacciones químicas (ciclo de Krebs) en las que fabrica ATP, se divide en CO2 y
H2 O. Este sistema es lento pero muy rentable ya que por cada 180 gramos de
glucógeno, se obtienen 39 moles de ATP. El CO2 restante de la oxidación será
transportado a los pulmones y eliminado durante la espiración. Así mismo, las
grasas representan una importante reserva de energía que podrá utilizarse
cuando los depósitos de glucógeno se estén agotando. Los ácidos grasos penetran
en las mitocondrias y serán oxidados (Beta-oxidación). Los atletas bien entrenados,
durante esfuerzos de mediana intensidad, obtienen la energía a expensas,
básicamente, de las grasas, con lo cual ahorran parte del glucógeno muscular, y
así retardan al máximo la aparición de la fatiga.
Por último, las proteínas, aunque son capaces de proporcionar
energía, sólo lo hacen en circunstancias muy especiales en las que no se
dispone de hidratos de carbono ni de grasas. Su participación en este sentido
es mínima, puesto que su función primordial es de carácter estructural.
La resistencia
Definimos resistencia
como la capacidad psicofísica de la persona para resistir a la fatiga. En otros
términos, entendemos por resistencia la capacidad de mantener un esfuerzo de
forma eficaz durante el mayor tiempo posible.
Existen dos tipos de
resistencia,
- La resistencia aeróbica
- La resistencia anaeróbica.
La
resistencia aeróbica sería aquélla que tiene por objeto aguantar y resistir la
exigencia física para ganar oxígeno, mientras que la resistencia anaeróbica
está condicionada por un aporte insuficiente de oxígeno a los músculos.
Ésta
última se da en los ejercicios donde la frecuencia de movimientos es muy
elevada, o en ejercicios que implican fuerza muscular. En la mayoría de los
esfuerzos realizados, se produce una mezcla de ambas vías, de la aeróbica y de
la aneróbica, cuya proporción varía dependiendo del tipo, de la duración y de
la intensidad de la carga del entrenamiento y del nivel individual de la
persona. Cualquiera que se la actividad elegida, el entrenamiento aeróbico
requerirá aumentar la demanda de oxígeno y mantener esa intensidad por un
tiempo determinado.
El estado de forma
cardiovascular se mide en términos de capacidad aeróbica, y viene representado
por la capacidad para realizar ejercicio físico, a una intensidad de moderada a
alta, durante periodos de tiempo prolongados.
Durante el tiempo de
duración de la actividad, el sistema cardiovascular debe ser capaz de mantener
un aporte adecuado de oxígeno y nutrientes, tanto a la musculatura en activo
como al resto de los órganos de nuestro cuerpo. Este aspecto de la actividad
física es el que parece proporcionar la mayoría de
los beneficios para la salud derivados de la práctica de ejercicio.
Introducción.
La resistencia es una
capacidad compleja que tiene una gran importancia en la mejora del
acondicionamiento físico. En comparación con otras capacidades, la resistencia
puede mejorarse mucho con el entrenamiento. Efectos del entrenamiento de
resistencia:
·
Aumento del volumen cardiaco: permite al corazón recibir más
sangre y, en consecuencia, expulsar mayor cantidad de sangre en cada
contracción.
·
Fortalece el corazón: aumenta el grosor de las paredes del
corazón, así como el tamaño de las aurículas y de los ventrículos.
·
Disminuye la frecuencia cardiaca: ello permite al corazón
realizar un trabajo más eficiente, bombea más sangre con menos esfuerzo.
·
Incrementa la capitalización: aumenta el número de capilares y
de alvéolos, lo que mejora el intercambio de oxígeno.
·
Mejora el sistema respiratorio: la capacidad pulmonar aumenta.
·
Optimiza la eliminación de sustancias de desecho: se activa el
funcionamiento de los órganos de desintoxicación: hígado, riñones, etc.
·
Activa el metabolismo en general: entre otros efectos, disminuye
la grasa y el colesterol.
·
Fortalece el sistema muscular.
·
Mejora la voluntad y la capacidad de esfuerzo.
Se considera que una
persona tiene resistencia cuando es capaz de realizar un esfuerzo de una
determinada intensidad durante un tiempo relativamente largo sin acusar los
síntomas de la fatiga, y además está capacitada para continuar con el esfuerzo
en buenas condiciones una vez hayan aparecido dichos síntomas.
Concepto de
resistencia.
En sentido general, se
considera la resistencia como la capacidad de realizar una esfuerzo durante el mayor tiempo
posible, de soportar la fatiga que dicho esfuerzo conlleva y de recuperarse
rápidamente del mismo.
Así pues, de este
concepto se deduce que la resistencia es una capacidad fisiológica múltiple en
la que destacan tres aspectos esenciales:
·
La capacidad de soportar esfuerzos de larga duración.
·
La capacidad de resistir la fatiga.
·
La capacidad de tener una recuperación rápida.
La resistencia no es más
que un sistema de adaptación del organismo para combatir la fatiga que trata de
que la misma no aparezca o lo haga lo más tarde posible, lo que puede lograrse
mediante un entrenamiento adecuado.
Factores que
condicionan la resistencia.
Varios son los factores que hay que tener en
cuenta a la hora de estudiar la resistencia:
·
Las fuentes de energía.
·
El consumo de oxígeno.
·
El umbral anaeróbico.
·
La fatiga.
Las fuentes de energía.
A partir de los
alimentos que consumimos se obtiene ATP (Adenosín Trifosfato) que se almacena
en los músculos. El ATP es una molécula que produce la energía necesaria para
que se realicen las contracciones musculares, la conducción nerviosa, etc.
Ese ATP necesario para
el trabajo muscular también puede conseguirse de otras maneras. Existen otras
vías diferentes y sucesivas para obtenerlo. En función de la actividad a
desarrollar interviene de manera predominante una u otra vía:
·
Vía anaeróbica aláctica. Utiliza de modo
inmediato el ATP y también el CP (Fosfato de Creatina, a partir de él se
obtiene ATP) almacenado en los músculos, y no requiere oxígeno para su
aprovechamiento. Sus reservas son muy limitadas. Permite realizar esfuerzos de
máxima intensidad durante un corto periodo de tiempo (10-15 segundos), sin
producción de ácido láctico.
·
Vía anaeróbica láctica. Utiliza el ATP
procedente de la descomposición del glucógeno existente en los depósitos de los
músculos y del hígado. Esto se produce en ausencia de oxígeno y genera como
desecho ácido láctico. Las reservas, en este caso, son limitadas y permiten
usar esta vía en esfuerzos de gran intensidad hasta un máximo aproximado de
entre 1 y 2 minutos.
·
Vía aeróbica. En ejercicio de duración superior a los
dos minutos, el organismo recurre a la oxidación del glucógeno para obtener
ATP, es decir, se produce una reacción química a nivel celular en la que se
utiliza oxígeno para provocar la combustión del glucógeno. Esta vía interviene
en esfuerzos prolongados de intensidad relativamente baja o media.
Es importante tener en
cuenta que, si se trabaja de forma aeróbica durante mucho tiempo y/o se aumenta
de forma importante la intensidad del ejercicio físico, se entra de nuevo en la
vía anaeróbica láctica, en la que se produce ácido láctico.
El consumo de oxígeno.
Al realizar un esfuerzo,
el organismo consume oxígeno. La necesidad de oxígeno en los tejidos que
trabajan o en las células musculares implicadas en una actividad física depende
de la intensidad y de la duración de la misma, y del número de grupos
musculares implicados en ella.
Existe una relación
lineal entre la frecuencia cardiaca y la intensidad del esfuerzo desarrollado,
de tal forma que a mayor intensidad mayor frecuencia cardíaca.
Cuando el esfuerzo es
intenso y/o inmediato, el organismo no puede suministrar la cantidad de oxígeno
suficiente. Recurre, entonces, a la vía anaeróbica para obtener energía, y se
produce un déficit del mismo que genera la llamada deuda de oxígeno, que es la
diferencia entre la cantidad de 02 aportada mediante la respiración y la que
realmente se hubiera necesitado a nivel celular. La deuda de oxígeno se
compensa una vez terminada la actividad, durante el periodo de recuperación.
El umbral anaeróbico.
El umbral anaeróbico es
el momento en que el cuerpo comienza a producir ácido láctico. Representa una
variable individual, diferente para cada persona, y suele estar alrededor de
las 179 pulsaciones por minuto (ppm).
Una forma de conocer el
umbral anaeróbico consiste en tomar dos veces en un minuto las pulsaciones tras
una carrera continua. A mayor diferencia, se tiene una mejor recuperación y un
mayor umbral anaeróbico. Es decir, es mejor si se pasa de las 170 a las 110 ppm
que si el cambio va de las 170 a las 140.
La fatiga.
La fatiga es una
disminución transitoria y reversible de la capacidad de rendimiento. Se debe,
básicamente, a una disminución de las reservas energéticas y a una progresiva
intoxicación del organismo por la acumulación de sustancias de desecho
producidas por el metabolismo celular, al ser dificultosa su eliminación.
Los principales
productos de desecho originados por el ejercicio físico son la urea, el ácido
láctico, el dióxido de carbono, el agua y los metabolitos distintos al lactato.
La urea y el agua son filtradas por los riñones, el CO2 es eliminado a través
de los pulmones y los metabolitos distintos al lactato y el ácido láctico se
elimina por oxidación.
Todos estos procesos
contribuyen a entorpecer las diferentes funciones fisiológicas y a la aparición
de la sensación generalizada de fatiga, propiciada por circulación, a través de
todo el organismo, de las distintas sustancias.
Clases de actividad física
según el esfuerzo.
Se entiende por esfuerzo
la utilización continuada o intensa de las cualidades físicas para la
realización de algún ejercicio físico. En función del tipo de esfuerzo
realizado, la forma de obtención de la energía difiere. Se puede clasificar en
tres clases según su intensidad sea máxima, submáxima o media.
Esfuerzos de intensidad
máxima.
Son aquéllos en los que
la frecuencia cardiaca supera las 180 ppm. La duración de este tipo de
esfuerzos puede oscilar, según distintos autores, entre los 3 y los 5 segundos
y los 10 y los 15 segundos.
La recuperación de este
tipo de esfuerzo se produce al cabo de 1 ó 2 minutos, cuando la frecuencia
cardiaca baja hasta las 120 ppm.
La fuente de energía
para la realización de estos esfuerzos proviene de los depósitos de ATP
(adenosín trifosfato) y de CP (fosfato de creatina), y no requiere oxígeno para
su aprovechamiento. La causa de la fatiga es el agotamiento de estas fuentes de
energía.
Entre los esfuerzos
considerados de intensidad máxima, se puede citar las carreras de velocidad y
todas aquellas actividades que requieren esfuerzos explosivos de corta
duración, como, por ejemplo, los saltos, los lanzamientos, los sprints, la
halterofilia.
Esfuerzos de intensidad
submáxima.
Son aquéllos en los que
la frecuencia cardiaca está por encima de las 140 ppm. La duración de este tipo
de esfuerzos suelen oscilar entre 1 y 3 minutos. La recuperación, en este caso,
se produce al cabo de 4 ó 5 minutos, cuando la frecuencia cardiaca desciende
hasta las 90 ppm.
La fuente de energía,
una vez gastadas las reservas de ATP (adenosín trifosfato) y de CP
(fosfato de creatina), proviene de la degradación de azúcares, de glucosa y de
grasa. Las causas de la fatiga son, por una parte, el insuficiente consumo de
oxígeno, y por otra, la acumulación de ácido láctico.
Dentro de este tipo de
esfuerzos se encuentran las carreras de 200 y 400 metros en atletismo, los
deportes de equipo como el balonmano o el fútbol, etc.
Esfuerzos de intensidad
media.
Son todos aquéllos en
los que la frecuencia cardiaca oscila entre las 120 y las 140 ppm. Los
esfuerzos de intensidad media tienen una duración que va de los 3 a 5 minutos
en adelante. La recuperación es mínima en esfuerzos de corta duración, y entre
3 y 5 minutos en el caso de esfuerzos mayores.
Al existir equilibrio
entre el aporte y el gasto de oxígeno, en este tipo de esfuerzos las
principales causas de la fatiga son la utilización de reservas existentes, la
disminución del azúcar en la sangre, la pérdida de sales orgánicas y el
desequilibrio iónico.
Entran, dentro de este
tipo de esfuerzos, todas aquellas actividades que requieren poca intensidad y
larga duración, como, por ejemplo, las carreras de fondo, el ciclismo, las
pruebas largas de natación, el remo y el patinaje.
Tipos de resistencia.
Una de las principales
causas por las que surge la fatiga es por la necesidad que los músculos tiene
de oxígeno, ya que cuando la demanda es superior a la cantidad que el organismo
puede proporcionar, la energía se obtiene por vía anaeróbica y se produce
desechos.
Existe una correlación
absoluta entre las contracciones cardiacas y el consumo de oxígeno, de ahí que,
controlando el ritmo del corazón (número de pulsaciones por minute), cada
persona puede conocer el trabajo que desarrolla.
Sobre la base de la
forma de obtención de la energía y de la solicitación de oxígeno por parte del
músculo, y en función de los tipos de esfuerzos vistos anteriormente, se pueden
diferenciar dos tipos de resistencia: la aeróbica y la aneróbica, que a su vez se puede dividir en aláctica y láctica.
·
Aeróbica.
·
Anaeróbica:
o
Anaeróbica aláctica.
o
Anaeróbica láctica.
Toda actividad física
tiene porcentajes de ambos tipos de resistencia: un esfuerzo de 10 segundos
tiene, aproximadamente, un componente aeróbico del 15% y anaeróbico del 85%,
mientras que en un ejercicio físico moderado de dos horas el componente
aeróbico será de alrededor del 90% y el anaeróbico del 10%.
Resistencia aeróbica.
También llamada
orgánica, se define como la capacidad de realizar esfuerzos de larga duración y
de poca intensidad, manteniendo el equilibrio entre el gasto el aporte de
oxígeno.
En este tipo de
resistencia, el organismo obtiene la energía mediante la oxidación de glucógeno
y de ácidos grasos. El oxígeno llega en una cantidad suficiente para realizar
la actividad en cuestión, por eso se considera que existe un equilibrio entre
el oxígeno aportado y el consumido.
Las actividades que
desarrollan la resistencia aeróbica son siempre de una intensidad media o baja
y, en ellas el esfuerzo puede prolongarse durante bastante tiempo.
Una persona que en
reposo tenga entre 60 y 70 ppm puede mantener un trabajo aeróbico hasta las 140
e, incluso, las 160 ppm. Una vez superados esos valores, el trabajo será
fundamentalmente anaeróbico. Por tanto, para planificar un trabajo de
resistencia aeróbica es fundamental tener en cuenta el ritmo cardiaco al que se
va a trabajar.
Es posible realizar un
cálculo aproximado del gasto energético que se producen en una actividad
aeróbica. Por ejemplo, si se trabaja a 130 ppm, pueden consumirse unos 2 litros
de oxígeno cada minuto. Si la actividad dura una hora, la energía empleada será
la siguiente: 60 minutos x 2 litros de O2/minuto x 5 kcal/litro de O2 = 600
kcal.
Resistencia anaeróbica.
Se define como la
capacidad de soportar esfuerzos de gran intensidad y corta duración, retrasando
el mayor tiempo posible la aparición de la fatiga, pese a la progresiva
disminución de las reservas orgánicas.
En este tipo de
resistencia no existe un equilibrio entre el oxígeno aportado y el consumido,
ya que el aporte del mismo resulta insuficiente, es inferior al que realmente
se necesita para realizar el esfuerzo. Las actividades que desarrollan la
resistencia anaeróbica son de una intensidad elevada y, en ellas, el esfuerzo
no puede ser muy prolongado.
Es importante tener en
cuenta que sólo resulta aconsejable a partir de edades en las que el desarrollo
del individuo sea grande. Aunque es normal que en determinados momentos de la
práctica deportiva de niños y de jóvenes se produzcan fases de trabajo
anaeróbico, no por ello debe favorecerse, ya que la resistencia a mejorar en
esas edades ha de ser la aeróbica.
Resistencia anaeróbica
aláctica.
Se define como la
capacidad de mantener esfuerzos de intensidad máxima el mayor tiempo posible.
Se llama así porque el proceso de utilización del ATP de reserva en el músculo
se lleva a cabo en ausencia de oxígeno y sin producción de ácido láctico como
residuo.
Resistencia anaeróbica
láctica.
Se define como la
capacidad de soportar y de retrasar la aparición de la fatiga en esfuerzos de
intensidad alta.
En este tipo de
resistencia, la obtención de energía se produce a partir de la producción de
ATP gracias a diversas reacciones químicas que se realizan en ausencia de
oxígeno y que generan como residuo ácido láctico que se acumula en el músculo.
Sistemas de entrenamiento
de la resistencia.
El desarrollo de la
resistencia permite oponerse al cansancio, es decir, trata de impedir la
aparición de la fatiga, posponer su aparición o mantenerla lo más baja posible.
Para mejorar la
resistencia tenemos diferentes sistemas que permiten, según el caso, adaptar el
organismo al esfuerzo y mejorar el nivel de la persona. Es importante tener en
cuenta que en primer lugar debe mejorarse la resistencia general, y sólo
posteriormente se podrá realizar un trabajo más específico. Además, hay que
saber que esta capacidad va decreciendo con la edad. Evolución de la resistencia con la edad:
· De los 8 a los 12 años hay un crecimiento mantenido de la
capacidad de resistir los esfuerzos moderados y continuados.
·
Entre los 12 y los 18 años sólo debe desarrollarse la
resistencia aeróbica.
·
Hacia los 18-20 años se alcanza el límite máximo de la
resistencia.
·
De los 23 a los 30 años se consigue la máxima capacidad aeróbica
y anaeróbica.
· A partir de los 30 años se produce un lento descenso de la
capacidad de resistencia, menor que el de la fuerza y que el de la velocidad.
Los métodos de
entrenamiento para el desarrollo de la resistencia son muy versátiles, tanto
por las diferentes posibilidades de uso que presentan como por su aplicabilidad
a las distintas actividades físicas. En general, se puede hablar de dos grupos
de sistemas básicos, los continuos y los fraccionados.
Sistemas continuos.
El entrenamiento
continuo, también llamado de duración, es el más antiguo, y consiste en recorrer
una distancia relativamente larga mediante un esfuerzo físico continuado (más
de 30 minutos), sin interrupciones ni pausas, como, por ejemplo, correr, andar
en bicicleta, remar.
Se utiliza para el
desarrollo de la resistencia aeróbica y se puede realizar de dos formas: a
velocidad constante, se trabaja siempre con la misma intensidad y se mantiene
la frecuencia cardiaca al 50-70% del máximo durante todo el recorrido, y a
velocidad variable, en donde el esfuerzo se realiza variando la intensidad y
provocando continuos cambios en el ritmo de las pulsaciones.
En función de todas las
posibilidades antes descritas existen diferentes
sistemas continuos de entrenamiento de la resistencia:
Carrera continua
(escuela finlandesa): este método se utiliza para la mejora de la resistencia
aeróbica. Consiste en correr a un ritmo uniforme y con una intensidad moderada
por un terreno llano. La distancia depende de la condición física del sujeto:
debe empezarse con disntacias cortas y aumentar poco a poco la distancia de carrera,
tendiendo a llegar hasta los 10-20 km cuando mayor es el volumen de trabajo.
Su objetivo es
aprovechar al máximo la absorción de oxígeno e incrementar la metabolización de
las grasas. La intensidad del esfuerzo ha de ser contante, y se debe mantener
la frecuencia cardíaca entre 140 y 150 ppm, a una media aproximada de 5 min/km.
Suele utilizarse en las pre temporadas para preparar al organismo para los esfuerzos de los
entrenamientos habituales. También se suele utilizar en la fase de
calentamiento, antes del inicio de una actividad física.
Fartlek (escuela sueca): consiste en realizar
una carrera intercalando continuos cambios de ritmo, de distancia, de
intensidad de las zancadas, de frecuencia de las mismas… Es un juego de ritmo y
de distancias. Cada distancia se corre con un ritmo prefijado; los tramos de
carrera continua se consideran descansos y los tramos de aceleraciones son los
de esfuerzo.
Es el sistema más duro.
Simula al campo a través y su objetivo principal es el aumento de la
resistencia aeróbica y anaeróbica, según la intensidad de trabajo:
- Para incidir sobre la capacidad aeróbica, se trabaja sobre 10-12 km intercalando distancias largas (1-2 km) con periodos de mayor intensidad de 200-400 m.
- Para trabajar la capacidad anaeróbica, se hacen menos kilómetros con distancias largas de 200-600 m, periodos más intensos de 100-200 m y aceleraciones de 50-100 m.
Las pulsaciones debe
rondar las 140 en los ritmo suaves y las 180 en los ritmos intensos. Se suelen
hacer 2-3 series de 3-4 km, con un descanso activo de 5 minutos entre ellas.
Entrenamiento total (basado en el método natural de Herbert): es una suma de carrera
continua, fartlek y ejercicios gimnásticos. Se desarrolla en un medio natural,
y se alternan diferentes terreno, distancias, ritmos e intensidades. Ejemplos:
- 10 minutos de carrera continua.
- 4 series de 20 metros.
- 10 minutos de carrera continua.
- 20 minutos de fuerza por parejas.
- 5 minutos de carrera continua.
- 15 minutos de flexibilidad.
- 10 minutos de carrera continua.
Es posible incluir ejercicios
muy diversos: fuerza, saltos, flexibilidad, aceleraciones, trepa, transportes,
lanzamientos, equilibrio.
Su objetivo es la mejora
de la condición física general, por ello, suele utilizarse en las primeras
fases del entrenamiento.
Cuestas: es un sistema de
carreras cortas que está enfocado tanto a la mejora de la resistencia aeróbica
como anaeróbica. Entrenamiento de resistencia en cuestas:
o
Resistencia aeróbica:
§
Distancia: sobre 100 metros.
§
Desnivel: pequeño, 5-10 grados.
§
Ritmo de subida: suave.
§
Repeticiones: 10-15.
§
Descanso: bajada hasta la salida, 30-45 segundos.
o
Resistencia anaeróbica:
§
Distancia: 20-60 metros.
§
Desnivel: mediano, 15-20 grados.
§
Ritmo de subida: fuerte.
§
Repeticiones: 6-10.
§
Descanso: hasta bajar a las 140 ppm.
Es un entrenamiento con
sobrecarga que se suele trabajar 2 ó 3 veces a la semana durante 1 ó 2 meses.
Es un medio natural de mejorar la resistencia cambiando el ritmo de carrera o
la intensidad del esfuerzo.
Carrera polaca: es un sistema de
entrenamiento basado en la carrera continua con un trabajo largo a un ritmo
variable y a una intensidad dosificada a criterio del sujeto. Ejemplo:
o
10 minutos de carrera continua.
o
20 minutos de velocidad: entre 4 y 6 series de 400-500 metros, a
un ritmo suave, seguidas de 50-100 metros de velocidad.
o
10 minutos de carrera continua.
o
20 minutos de carrera de ritmo: 4-5 series a un ritmo vivo sobre
distancias cortas, entre 150 y 600 metros, seguidas de un tramo de 400-500
metros a un ritmo suave.
o
10 minutos de carrera continua.
o
10 minutos de vuelta a la calma.
La anterior es la gran
carrera polaca: calentamiento, velocidad, ritmo y vuelta a la calma. También
existe la pequeña carrera polaca, que sólo tiene tres partes, se suprime el
ritmo.
La respiración es el
parámetro que identifica la intensidad de los esfuerzos. Este sistema permite
asimilar un mayor esfuerzo y más volumen de trabajo, que queda ajustado a las
ganas de correr de la persona.
Sistemas fraccionados.
El entrenamiento
fraccionado comenzó a ser utilizado a fines del s. XIX por entrenadores
norteamericanos para el entrenamiento de los corredores de atletismo y en la
actualidad es una de los sistemas más utilizados en las diferentes actividades
físicas para el entrenamiento de la resistencia.
Se caracterizan por la
interrupción del trabajo, al contrario que en los sistemas continuos. Dividen
el esfuerzo en varias partes de intensidad submáxima que se alternan con
intervalos de tiempo llamados pausas de recuperación, que ayudan a la
adaptación del organismo. Por ejemplo, se plantea correr tres series de diez
minutos con un descanso de 5 minutos entre ellas. La duración del descanso es
variable y durante el mismo se camina, se estira, etc.
Este tipo de
entrenamiento, al poder ser realizado con distintas variantes técnicas, es un
método muy rico, con múltiples posibilidades, que ha dado lugar a diversos
sistemas de entrenamiento de la resistencia.
Con el fraccionamiento
del esfuerzo se consigue un mayor volumen de entrenamiento a un ritmo más
rápido con un menor cansancio. Este sistema permite trabajar a gran intensidad
y se puede realizar de dos formas, en función del número de pulsaciones por
minuto al que se quiera bajar en las pausas.
Sistemas fraccionados.
Sistemas interválicos.
El esfuerzo se fracciona
y se incluyen pausas de recuperación incompletas, es decir, no se llega a una
recuperación total durante las mismas. Los dos sistemas interválicos más
conocidos son los siguientes:
Interval-training: es un entrenamiento de
intervalos que alterna esfuerzos y pausas activas: caminar, trote suave. Su
finalidad consiste en aumentar la eficiencia cardiovascular y la resistencia
anaeróbica, aunque también puede adaptarse para mejorar la resistencia
aeróbica. Características:
o
Durante el entrenamiento no deben sobrepasarse las 180 ppm.
o
Las pulsaciones han de descender hasta las 120-130 durante la
pausa activa.
o
Las distancias a recorrer oscilan entre 60 y 400 metros, según
el tipo de resistencia al que se oriente.
o
Se realizan entre 10 y 20 repeticiones.
Con este sistema se
consiguen adaptaciones más rápidas que por el procedimiento de carrera
continua, aunque sus efectos son menos duraderos.
Carreras de ritmo
(escuela alemana): también llamado ritmo-resistencia, es una variante del
anterior pero con las distancias adaptadas a 1/3 de las que recorre el
deportista en su especialidad.
Para conseguir una
mejora de la resistencia aeróbica se realizan de 3 a 10 repeticiones al ritmo
de la prueba, sobre una distancia de 400-1000 metros, y se recupera hasta bajar
a las 90 ppm.
Para realizar un trabajo
anaeróbico las distancias oscilar entre 60 y 300 metros, a mayor velocidad de
la habitual, con 4-8 repeticiones y pausas largas de 3 a 6 minutos.
Sistemas fraccionados.
Sistemas de repeticiones.
El esfuerzo se fracciona
igualmente, pero la pausa de recuperación permite que la misma sea completa.
Son sistemas de repeticiones:
Cicuit-training: también se llama
entrenamiento de circuito. Es el único sistema de trabajo de la resistencia que
no utiliza básicamente la carrera, ya que en su origen se creó como una alternativa
al trabajo de resistencia en lugares pequeños y cerrados, por necesidades
climáticas.
Suele combinar el
trabajo de resistencia con el de otra capacidad física, generalmente al fuerza.
Consiste en disponer en un espacio determinado un conjunto de variable de
estaciones o ejercicios (entre 6 y 12) organizados en forma de circuito. Existe
un orden determinado que cada individuo ha de seguir.
Los ejercicios alternan
los grupos musculares a trabajar y se ejecutan de forma consecutiva, con un
breve periodo de descanso entre ellos. Se realizan hasta 4 vueltas al circuito,
y se incluye una pausa entre ellas de 1 a 3 minutos.
Entrenamiento de
repeticiones: su finalidad se centra en el aumento de la capacidad
neuromuscular para acostumbrar al músculo a altas deudas de oxígeno.
Se trabaja mediante
series cuyas distancias varían entre los 20 y los 300 metros, a una velocidad
máxima o submáxima, con un número de repeticiones no muy alto y con descansos
completos para permitir la recuperación.
Las series se pueden
realizar de diversas formas:
o Exactas: todos los factores que intervienen (distancia, ritmo,
pausa…) se mantienen siempre igual.
o
Progresivas: se realiza siempre la misma distancia, pero cada
vez más rápido, sin variar el tiempo de descanso.
o
Simuladoras: se recorre una distancia similar a la de la
competición fraccionada en series cortas con distancias variables.
o
Mixtas: varía la distancia y el tiempo de descanso.
o
De sobrecarga: se recorre siempre la misma distancia y se
incrementa la intensidad en un sector de la carrera.
o
Rotas: la distancia es muy corta y se realiza a la máxima
velocidad.
Por tanto los sistemas
de entrenamiento pueden estar enfocados predominantemente a un tipo de
resistencia:
·
Resistencia aeróbica:
o
Carrera continua.
o
Entrenamiento total.
·
Resistencia aeróbica/anaeróbica:
o
Fartlek.
o
Cuestas.
o
Carrera polaca.
o
Interval-training.
o
Carreras de ritmo.
·
Resistencia aeróbica:
o
Circuito -training.
o
Entrenamiento de repeticiones.
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